El entrenador del Barcelona, Harvey, se reunió oficialmente con los jugadores por primera vez y también dirigió al equipo en el primer entrenamiento.
Harvey, acompañado por el presidente del club, Laporta, entró en el vestuario y se presentó a sí mismo y a los miembros del cuerpo técnico a los jugadores que actualmente forman parte del equipo.
Harvey simplemente anunció sus reglas y expectativas para los jugadores. Pidió a los jugadores que comieran juntos, que fueran temprano al campo de entrenamiento para los preparativos, y también dijo que si los jugadores llegan tarde, serán castigados. Harvey también habló sobre su propio estilo de fútbol: requiere que el equipo controle el balón, presione alto y organice los ataques desde la pista trasera.
Todo el encuentro fue relativamente relajante, pero en el último partido contra el Celta, Harvey también dio su propia advertencia. En el partido contra el Celta, el Barcelona se derrumbó en la segunda parte con una ventaja de 3-0, y fue empatado 3-3 por sus oponentes. Harvey les dijo a los jugadores: «Aún necesitan dar un mejor desempeño. En el caso de una ventaja de 3-0 en la primera mitad, nunca deben dejar que sus oponentes igualen el marcador, ¡eso no funcionará!»